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Acercamiento de culturas

Author: 
Eilis McCulloh, HM

Durante mi noviciado, he podido continuar mi ministerio con los refugiados por medio del Departamento de Servicios de Migración y Refugiados (MRS). Algunas hermanas y yo habíamos hablado de traer a un grupo de refugiados a nuestra casa fundadora (Villa María) por un fin de semana. Por fin, la idea se llevó a la práctica en enero cuando varias hermanas, yo y nuestro centro de retiro dimos la bienvenida a un grupo de madres solteras y sus hijos en Villa María. Estas familias habían sido reubicadas recientemente en Cleveland, Ohio, después de pasar años en campos de refugiados de África y Nepal. El proceso de reubicación y el inicio de una nueva vida en otro país es difícil: adaptarse a una cultura distinta, hablar otro idioma, ir a la escuela, buscar trabajo, mantener una familia, todo esto es nuevo. En Villa María, esperábamos simplemente dar a cada familia tiempo para “ser ellas mismas”.

Estaba ansiosa por presentar a las hermanas las familias con las que trabajo, y por presentar a las familias mi hogar, la Villa María. Más importante aún, deseaba integrar ambos grupos y darles la oportunidad de interactuar. Una niña me preguntó si podía bailar una danza tradicional butanesa para todos en la Villa. “¡Sí!”, pensé. Cuando la niña terminó de bailar, una hermana se las arregló para organizar a todos en círculo y bailar el hokey pokey. En toda la sala, vi a las hermanas, las personas que estaban en retiro y los refugiados, todos provenientes de lugares distintos y de todas edades, riendo y bailando juntos. Un baile borró las diferencias culturales.

Creo que puedo resumir los dones y las lecciones del fin de semana con estas palabras: participación y relaciones, confianza, bienvenida y gozo.

Relaciones: Sin el entusiasmo del Centro de Educación y Espiritualidad Villa María (nuestro centro VMESC de retiro y espiritualidad), la comunidad de hermanas de la Humildad de María y el Departamento de Servicios de Migración y Refugiados, no habríamos realizado ese fin de semana. Muchas hermanas contribuyeron con actividades en grupo para los niños y las mamás.

Confianza: Todos nos arriesgamos a lo desconocido. En una reunión de planificación de último minuto, tuvimos por fin que “relajarnos” y confiar en que las cosas iban a salir bien el fin de semana y en que este sería lo que todos necesitaban. Las familias también se arriesgaron a lo desconocido y confiaron en nosotros al llevarlas a un lugar nuevo. Los niños confiaron en los adultos para aprender a nadar y vencer sus temores.

Bienvenida: La hospitalidad es la característica común de los comités de refugiados y de la comunidad de hermanas de la Humildad de María. Siempre hay lugar para uno más cuando se trata de una comida, una taza de té, tiempo de silencio, amistad, etc. Antes de que los refugiados llegaran a la Villa María, las hermanas me preguntaban una y otra vez: “¿Ya llegaron? No vemos la hora de conocerlos”. Asimismo, recibieron a todos y cada uno con los brazos abiertos y, con su presencia, compartieron nuestro carisma.

Gozo: Creo que el gozo es fundamental para nuestras vidas como hermanas de la Humildad de María: nos divertimos juntas. Lo mismo puede decirse de este fin de semana. El gozo y la risa llenaron esos días en los que las familias visitaron la granja (y hasta dieron de comer a las ovejas), nadaron por primera vez, jugaron en el gimnasio y colorearon mandalas. Para nosotras, esto dio color a nuestras experiencias de jalar patinetes, vendar dedos con heridas, secar lágrimas y compartir risas.

Me emociona cada vez que las hermanas me preguntan: “¿Cuándo vuelven a visitarnos?”. La semana pasada, uno de los niños en la oficina me vio y me dijo: “¡Quiero ir otra vez a la casa GRANDE!”. Desde el punto de vista estratégico, podemos decir que el fin de semana fue todo un éxito. Sin embargo, más importante aún es que el fin de semana fue un éxito porque todos compartimos la experiencia nueva de formar una comunidad y ser testigos del movimiento del Espíritu, la realización de los sueños y el contagio del gozo.

 

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Febrero 2016
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