
Recuerden que la estrella solo se puede ver en la oscuridad:
Busquen.
Confíen.
Recorran juntos el camino.
Estén dispuestos a ser guiados por el misterio.
Compartan sus dones.
Presten atención a sus sueños.
Cuando se enfrenten a un problema, busquen otra solución.
Al reflexionar sobre los altibajos del 2016, me doy cuenta de que añoro la fiesta de la Epifanía y toda la sabiduría que conlleva. El consejo obtenido del relato de los Reyes Magos se siente como una manera de iniciar el 2017 con esperanza sea en mi vida personal y religiosa, o en la vida del mundo.
Vivo en Chicago, donde afrontamos la realidad del mayor número de muertes en decenios debidas a la violencia de las armas, y me pregunto, ¿qué es lo que puedo hacer? Enseño en una comunidad de inmigrantes sobre la que se cierne la nueva realidad política de una campaña contra los inmigrantes, y reflexiono, ¿cuál es mi función? Los Reyes Magos plantean el inicio de la respuesta: buscar personas con quienes recorrer el camino y hallar juntos otra solución. En esta sensación de tiempos de obscuridad, es esencial la voluntad de ser guiados por el misterio de Dios. Debe haber un ritmo de contemplación y de acción; una manera de profundizar en el Espíritu y de volver luego a la superficie para actuar. Me descubro a mí misma buscando ese ritmo…, añorándolo.
En mi opinión de hermana más o menos joven que observa nuestra realidad actual en la vida religiosa, los consejos de los Reyes Magos se sienten como una base de apoyo firme. Son tiempos de búsqueda. A medida que cambian las necesidades del mundo, cambia la vida religiosa. Necesitamos confiar y estar dispuestas a ser guiadas en medio de estos cambios, con la mente y el corazón abiertos. Las posibilidades son muchas, y el cambio es esencial para la vida. Necesitamos recorrer juntas el camino con nuestra comunidad de carisma y con otras congregaciones; las necesitamos. La comunidad es lo que nos permite compartir nuestros dones con mayor abundancia. Giving Voice es una comunidad de congregaciones en la que se presta atención y se da voz a los sueños. Es un espacio para comunicar esos sueños a un grupo que los entiende, alienta y apoya, y que se une a ellos. Por último, la larga historia de la vida religiosa muestra que, cuando se enfrentan a un problema, las hermanas son expertas en encontrar otras soluciones.
Así que, el 2017 bien podría ser el año de los Reyes Magos y, recordando que solo podemos ver la estrella en la oscuridad, busquemos, confiemos, recorramos juntos el camino, dispongámonos a ser guiados por el misterio, compartamos nuestros dones, prestemos atención a nuestros sueños y, cuando nos enfrentemos a un problema, busquemos otra solución.
Hermana Jessi Beck, PBVM