Reflexión sobre el Adviento
Después de pasar el verano fuera, regresé rejuvenecida y renovada gracias a las experiencias que viví. Pensé que volvería a mi convento y ministerio preparada para seguir haciendo el mismo trabajo, porque mi tarea no iba a cambiar. Pero, cuando intenté reincorporarme a las rutinas anteriores, me di cuenta de que algo había cambiado. ¡Yo! No podía continuar con las mismas actitudes y costumbres de antes. Sentía en mi interior que estaba cambiando y preparándome para algo nuevo.