El Adviento: un Año Nuevo tranquilo
Cuando era maestra en las primarias católicas, me ponía todos mis atavíos de Año Nuevo y me paraba en el corredor con mi silbato gritando “¡Feliz Año Nuevo!” a los estudiantes que iban llegando el lunes por la mañana, después del primer domingo de Adviento. La primera vez que hice esto en cada escuela, las expresiones de los estudiantes fueron divertidísimas: confusión, sonrisas, algunos que pensaban “¿se volvió loca?” y solo uno o dos estudiantes de secundaria decían “Ah, ya sé: el Adviento es el inicio del Año Nuevo de la Iglesia”.