image1

Sister Eilis McCulloh, HM

La hermana Eilis McCulloh pertenece a las Hermanas de la Humildad de María. Creció en Youngstown, Ohio, y es gran fanática de los Indios de Cleveland (cuando era niña, quería ser la paradora en corto del equipo). Vive en Cleveland desde hace cinco años y disfruta de todos los festivales, desfiles y demás oportunidades que la ciudad le ofrece. Le gusta nadar, pasar tiempo con familiares y amigos, viajar y practicar casi todo tipo de actividades al aire libre.

La hermana McCulloh es la hermana más joven de su comunidad y, en sus palabras, Giving Voice “me ofrece la comunidad de compañeras que buscaba…, es el lugar donde compartimos las mismas experiencias de vida sin necesidad de explicarnos unas a otras los matices de la vida religiosa”. Le encanta conocer a las hermanas de otras comunidades, hacer nuevas amigas y participar en las reuniones de Giving Voice, donde pueden soñar y reír juntas.

Cada vez que la hermana McCulloh tiene la oportunidad de pasar tiempo con otras hermanas jóvenes, se llena de energía con la pasión y los sueños que comparten para el futuro de la vida religiosa, y añade: “no sabemos cómo será ese futuro y lo aceptamos, porque nos entusiasma vivirlo como se va presentando”. Se siente agradecida por ser parte de la nueva generación de la vida religiosa y por satisfacer las necesidades de hoy en día de maneras creativas y vivificantes.

A la hermana McCulloh le apasiona la oportunidad de recorrer su camino con los refugiados, y sus historias la inspiran a seguir adelante. “Han afrontado dificultades que yo nunca podría imaginar y, aun así, consiguen saludar cada día con una sonrisa y esperanza. Me enseñan mucho más de lo que yo podría llegar a enseñarles”, relata. Además de servir como defensora de refugiados e inmigrantes, trabaja para lograr un cambio sistémico en las ciudades donde el racismo, la pobreza y el sistema de atención médica, entre otras cosas, “marginan a muchas personas”.

Cada mañana, la hermana McCulloh se concentra en la oración y dedica tiempo a rezar la palabra de Dios y a reflexionar en silencio. Hace algunos años, una hermana de la Humildad de María le dio las siguientes frases para orar y reflexionar:

Que te llenes de bondad amorosa.
Que estés en paz.
Que te sientas agradecida.
Que Dios sea tu centro.

Este fragmento resume su actitud ante la oración y su vocación como miembro de las Hermanas de la Humildad de María.