40s retreat 2021

“Remain Connected In Me”

Del 15 al 17 de enero, las hermanas de Giving Voice de 40 a 49 años asistieron a un retiro virtual. Yo me uní a 29 hermanas de otras comunidades religiosas para reflexionar sobre el tema “Permanecer conectados en Dios”. Habiendo cumplido recientemente los 40 años, ingresé a un nuevo grupo coetáneo. Me dio gusto conocer a hermanas nuevas.

Antes del retiro, cada hermana eligió una imagen para simbolizar dónde estaba su corazón o qué aspecto del nuevo año le daba esperanza. Esas imágenes se usaron para crear el fondo de Zoom. El viernes, cada una de las participantes nos presentamos y explicamos nuestro símbolo. Yo elegí una imagen de María, Nuestra Señora de la Esperanza. Esta virtud teológica ha sido un tema firme en mi vida en fechas recientes. Mientras rezaba con la Encarnación durante el Adviento y celebraba la Navidad de manera diferente este año, me di cuenta de lo importante que es la esperanza. Fue mi regalo de Jesús en la Navidad y una gracia con la que comencé el 2021.

El sábado, la hermana Becky Mathauer, OSB, habló acerca de cómo podemos seguir conectadas con nuestros seres queridos y nuestras comunidades durante esta pandemia. Una de las maneras que mencionó fue a través de la tecnología. Me sentí identificada. Durante gran parte del año pasado, busqué formas creativas de mantener mis relaciones con los demás. Permanecí cerca de amigos y familiares por medio de llamadas telefónicas, reuniones por Zoom y redes sociales.

Por la tarde, conversamos en grupos sobre lo que nos interesaba. Varias hermanas sugirieron temas, y luego moderaron la conversación de las participantes. Cada grupo usó una sala de Zoom diferente, y los temas incluyeron: Volver a cargar tu espiritualidad, Salvar la brecha generacional en la comunidad y Abrazar la diversidad. Yo inicié una conversación sobre Espacios creativos con un grupo de hermanas para hablar sobre cómo las artes y manualidades nos ayudan a expresarnos y a orar. También participé en la conversación sobre cómo apoyar a las integrantes de Giving Voice cuyas comunidades están llegando a su fin. Intercambiamos ideas sobre maneras de ser hermanas para quienes se encuentran en esta situación.

El domingo, el retiro concluyó con una reflexión sobre lo que cada hermana se llevaba de este fin de semana. El apoyo de mis compañeras me dio mucha esperanza. Sentí unidad y diversidad en nuestras similitudes y nuestras diferencias. Además, establecer relaciones con hermanas de otras congregaciones y con otros carismas me conectó con la Iglesia universal, algo que es siempre vivificante.